♦ La Vida después de la Muerte

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la Muerte

 

El hombre, al morir su cuerpo; su espíritu, su esencia, se aúna a otra frecuencia energética universal diferente a la física atómica temporal. Aunque hay algunos que, por motivos que con gusto explicaremos en otro momento, se quedan perdidos o atrapados en la mencionada frecuencia. El hombre con los sentidos físicos de su cuerpo, solo percibe la energía emitida por la frecuencia atómica en sus diferentes subfrecuencias.  Es por eso que no puede percibir a los muertos,  ellos no están en otro lugar como  muchos creen; están en otra frecuencia, tampoco están muertos como la mayoría cree.

Al recibir y desarrollar la Biorritmia puedes sintonizar, conectar y entrar a la frecuencia de los llamados muertos y percibirlos; hablar con ellos, tocarlos, oírlos, etc. 

Si escuchamos la radio en frecuencia AM, al recorrer el dial podremos captar todas las estaciones radiales en AM  pero no podremos escuchar las de FM. Para escuchar las estaciones radiales en FM tenemos que cambiar la frecuencia radial a FM y no necesitamos cambiar la radio de lugar para ello. Con esto quiero explicar que los que han fallecido físicamente, su esencia, su espíritu, no se encuentra  en otro lugar, ni en otra dimensión como cree el hombre. Están en otra frecuencia energética, que el hombre común no puede captar ni percibir con los sentidos de su cuerpo animalesco, debido a que dichos sentidos  solo captan algunas frecuencias energéticas emitidas por la materia y no perciben frecuencias energéticas universales diferentes que no pertenezcan a la frecuencia de la energía física atómica temporal. Para poder percibir a los que han muerto físicamente hay que sintonizar y percibir la frecuencia en la que viven ellos.

Para  sintonizar la frecuencia donde ellos viven y percibir a los que han muerto físicamente, tenemos que saber cómo conectarnos, como cambiar a esa frecuencia para sintonizar, captar. No se encuentran en otro lugar o dimensión como cree el hombre, se encuentran en otra frecuencia energética universal desconocida por el hombre  y la ciencia actual.

Somos como una radio recibiendo y emitiendo señales. Depende hacia donde nos sintonizamos, hacia donde dirigimos nuestras antenas, nuestros pensamientos y sentimientos, es hacia donde nos magnetizamos, hacia qué frecuencia sumaremos, aunaremos nuestro espíritu, nuestra esencia al morir corporalmente. Podemos aunarnos a frecuencias bajas, intermedias o altas dependiendo a donde dirigimos nuestras antenas.

Al morir, los que están magnetizados, los que están conectados y sintonizados a la frecuencia Suprema Universal, son los únicos que van a  trascender. Los que están magnetizados a las frecuencias medias o bajas inferiores, serán absorbidos y tragados por ellas.

.La Trascendencia

La Vida despues de la Muerte

.Trascender es mutar, es aunar el espíritu, la esencia a la frecuencia entérica, a la frecuencia Superior Universal.

La base para lograrlo es desarrollar una mentalidad superior, una frecuencia pensante vibracional altísima. la única oportunidad para entrar en ella es pensar libre, abierta, positivamente con mucho amor y sabiduría.

Al morir físicamente, quien sabe romper la ritmia atómica, es quien trasciende a la frecuencia sublime universal.

Al morir físicamente, quien sabe romper la ritmia atómica, es quien trasciende a la frecuencia sublime universal.

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El espíritu, la antimateria  y la muerte

Somos residuo energético del futuro. El presente, la materia y el tiempo, es un residuo energético del Supremo y de las energías superiores.

Nosotros en vida física, tenemos la oportunidad de desarrollar nuestra inteligencia que es trascendental, es dinámica, es el depósito del Supremo, para generar nuestro futuro, darle dinámica a nuestros pensamientos y ser felices.

En el presente, podemos generar nuestro futuro, podemos ver y desplazarnos en el futuro, porque tenemos la vida intelectual que nos dio el Supremo en un cuerpo que pertenece a la materia, que ya lo reclama la antimateria y nos sigue para tomarlo. Nuestro cuerpo está siendo jalado hacia abajo, recibiendo señales de trascendencia hacia el futuro, hacia arriba, hacia  la frecuencia Suprema Universal.

Pero, qué pasa cuando perdemos nuestra esencia, por no haber desarrollado nuestra inteligencia y quedamos estampados, retenidos por nuestra materia, por nuestros átomos. Al morir nuestro cuerpo, nuestra esencia desaparece, queda desintegrada, magnetizada, absorbida por la materia. Igual que cuando cae un rayo en una tormenta la energía queda estampada, retenida, tragada por la tierra. Así sucede con  el hombre que no ha desarrollado la inteligencia y conciencia universal.

Cuando nuestra materia se vuelve inerte, se vuelve inerme. Cuando nuestro cuerpo se vuelve como un tronco que va a ser destruido por la anti materia. ¿Qué va a suceder con nosotros por no habernos desarrollado? Obviamente vamos a ser reclamados, vamos a ser tragados por la antimateria. Con el magnetismo memorial creamos una contra energía que no alcanza a trascender y en lugar de ser dinámica y romper el tiempo para ir al futuro, se quedará estática y será absorbida por el pasado, por la antimateria. Esa energía se hace mucho más densa y  se va  mucho más abajo. Es decir; el presente está a un nivel medio, no está ni arriba, ni abajo. Nuestro cuerpo en el presente, está siendo jalado hacia abajo, recibiendo señales de trascendencia hacia el futuro hacia arriba.

Nuestros átomos se mueven mucho más rápidos que los de una roca, nuestra energía atómica es mucho más intensa y dinámica que la energía de una pared o de un tronco viejo. Al quedar nosotros en ese estado, quedamos igual, quedamos estáticos, frenados sin dinámica, como prisioneros, esclavizados, con una condensación mucho más pesada que la que tenemos en nuestra existencia física. Es decir; si estamos en un nivel frecuencial medio, al ir más abajo de la frecuencia de la materia, se vuelve muchísimo más pesado incluso que la materia. Cuando esto sucede, nuestro ser, nuestra intuición, nuestra relación, nuestra energía es muchísimo más lenta, más lenta que la de una roca o que la de un tronco tirado a la orilla de un camino.

Imaginémonos nosotros mucho más abajo, llegar a la antimateria, mucho más lento que la materia, es la densidad más densa que la de la materia, es una destrucción. Imagínense lo increíblemente horripilante, porque eso es la antimateria; es una condensación más densa todavía que la de la materia. Es lo que está a punto de explosión, la lentitud y la contradinámica está ahí abajo, mas abajo que la materia, más denso que la materia.

La materia es la fusión del futuro con el pasado, el presente es la materia. Imaginémonos que va a ser de nosotros si nos convertimos en absoluto pasado que es la antimateria, eso es peor que mil infiernos. Imaginémonos nuestros sentimientos y nuestro cerebro paralizados, nuestros pensamientos paralizados, densos, absolutamente densos, imaginémonos lo que nos espera, es peor que miles de infiernos.

Para evitarlo debemos proyectarnos al futuro, desde nuestro cuerpo que le pertenece y es reclamado por la materia, hacia la frecuencia Suprema Universal.

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Proyectarse a futuro

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Esta es la oportunidad que tiene el género humano, el de poder romper la frecuencia atómica, la frecuencia temporal material. Al desarrollar la BioUniversal Biorritmia podrá romper la frecuencia del tiempo y proyectarse a la frecuencia del futuro eterno, a la frecuencia de la Trascendencia Universal Infinita.

Ahí radica la importancia de desarrollar la energía BioUniversal, radica en conocer y saber, o no conocer y no saber, radica en trascender o no trascender, radica en ser o no ser.

Centro Integral de Desarrollo Humano

BioUniversal®

neocismo@gmail.com

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